La actividad que desarrollan los profesionales de la medicina, por sus peculiaridades y el riesgo que conlleva, requiere de una regulación especial contenida en una multitud de normas específicas a esta materia.
Esta es la razón por la que, ante una posible negligencia médica, es necesario contar con el asesoramiento de profesionales especialistas en esta materia. Es imprescindible conocer cómo opera el instituto de la prescripción, que pasos debemos seguir para defender nuestros intereses y cuál es la jurisdicción competente.
Todos los profesionales que trabajan en este ámbito deben ser conscientes de la necesidad de informar de un modo comprensible al paciente para obtener su consentimiento, de manera expresa y por escrito siempre que sea posible (en algunos casos es obligatorio que adopte esta forma). El incumplimiento de este deber puede determinar que surja responsabilidad civil y deontológica por negligencia médica. En este sentido, la ausencia de consentimiento determina una mala praxis médica, con independencia de que los hipotéticos daños puedan dar lugar a la obligación de indemnizar por responsabilidad civil.
Además, para conocer si en el procedimiento se ha respetado la denominada lex artis (conjunto de prácticas médicas aceptadas generalmente como adecuadas para tratar a los enfermos en el momento presente), es necesario acceder a la historia clínica, y puede ser muy recomendable obtener un informe pericial al efecto.
En definitiva, en estos casos es necesario contar con el asesoramiento y la defensa de abogados que estudien la viabilidad de emprender acciones legales.
