Comunidades de propietarios

Aunque en una comunidad pueden surgir todo tipo de problemas, aquí nos vamos a centrar en las cuotas impagadas por los vecinos morosos, ya que es la situación que por desgracia se genera con mayor frecuencia.

Las comunidades de propietarios sustentan sus gastos con las aportaciones que en forma de cuota ordinaria o extraordinaria aprueban con los quórum necesarios según la legislación vigente. Cuando alguno de los vecinos deja de pagar el importe que le corresponde, se pone en riesgo la estabilidad económica de la comunidad, llegando a producirse impagos de gasoil, agua, electricidad, limpieza u otros suministros básicos que perjudican a todos ellos.

Ante esta situación es complicado enfrentarse a un vecino para reclamarle las cuotas por vía judicial, y ello no por el coste (abogado, procurador y demás costas judiciales serán partidas finalmente abonadas por el vecino moroso si no se opone al pago), sino por las especiales relaciones que suelen unir a todos los propietarios.

No obstante, la situación puede devenir insostenible cuando no se paga un número considerable de cuotas, siendo lo más aconsejable acudir al procedimiento monitorio que regulan los artículos 812 y siguientes de la Ley de enjuiciamiento civil cuando el vecino no niega la realidad de la deuda, de manera que no suponga ningún coste para la comunidad. En caso contrario, será necesario acudir a un juicio declarativo para interesar una sentencia condenatoria contra el vecino moroso, que tampoco supondrá gasto alguno para la comunidad si efectivamente obtiene una resolución estimatoria.

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